Reproducción asistida y deporte
Natación y caminar, serían para EasyFIV los deportes ideales, con el trekking o la marcha nórdica como posibilidad, pero también yoga, Tai-chi y pilates.
Cada año, varios miles de mujeres y hombres son diagnosticados de infertilidad en España. Estos representan al 17% de una población que tiene problemas para cumplir su sueño de tener hijos. Enfermedades como la endometriosis, el llamado "factor tubo-peritoneal" (referido a lesiones en las trompas de Falopio) o la menopausia precoz son algunos de los factores femeninos más frecuentes de esta infertilidad.
Otros factores externos como el estrés, el consumo de sustancias tóxicas, entre las que figura el tabaco, el alcohol y las drogas, la toma de medicamentos, la mala alimentación y los índices elevados de contaminación también influyen en la fertilidad.
Cuando la mujer se está sometiendo a un tratamiento de reproducción asistida, la intensidad del ejercicio o deporte que se practica también se ha de tener en cuenta. La doctora
Isabel Santillán explica que
"más de 4 horas a la semana de ejercicio físico intenso está asociado a menores probabilidades de implantación".
No obstante, durante las fases iniciales de una
fecundación in vitro no hay ningún problema en practicar deporte, pero cuando los folículos empiezan a ser grandes, esta doctora recomienda
" evitar deportes intensos y de impacto, ya que esto podría favorecer dolores y molestias abdominales y aunque de forma poco frecuente la rotura prematura de los mismos. Además, el ejercicio extenuante podría disminuir el flujo sanguíneo en el punto donde se implanta el embrión y en etapas iniciales de la gestación".
En cambio, el ejercicio si ha destacado favorablemente en ayudar a disminuir de peso a mujeres con ovario poliquístico mejorando también el resultado en tratamientos inductores de la ovulación.
En general, desde
EasyFIV se, recomienda ejercicio moderado que pueda llegar a ejercer cierto efecto ansiolítico, evitando los impactos y posibles microtraumatismos. Natación y andar, serían los ideales, con el trekking o la marcha nórdica como posibilidad, pero también yoga, Tai-chi y pilates.