Una mala nutrición o una dieta desequilibrada pueden afectar negativamente la calidad de los óvulos y espermatozoides, reducir la probabilidad de concepción y aumentar el riesgo de problemas durante el embarazo. La alimentación adecuada y balanceada, por el contrario, beneficia la salud reproductiva y puede ayudar en la capacidad de concebir y de llevar a término un embarazo saludable. Resulta lógico pensar, entonces, que la nutrición sí desempeña un papel fundamental en la fertilidad, tanto en mujeres como en hombres.
En este artículo, exploramos la relación entre la nutrición y la fertilidad y proporcionamos recomendaciones útiles para mejorar la capacidad fértil a través de la alimentación. Concretamente, hacemos hincapié en cómo la dieta influye en la fertilidad femenina y la fertilidad masculina, sobre cómo algunos hábitos alimenticios desaconsejables pueden perjudicar la fertilidad y proporcionamos un listado de nutrientes y alimentos que favorecen la salud reproductiva. ¡Toma nota!Una alimentación adecuada es esencial para un correcto desempeño de cualquier función del organismo: la función reproductora de las mujeres y los hombres no es una excepción. Además, son numerosos los estudios que demuestran que la nutrición y la fertilidad son factores relacionados entre sí, pero ¿de qué modo interviene, para bien y para mal, la nutrición a esta función a la hora de intentar lograr un embarazo?
Existen ciertos alimentos y hábitos de consumo que se asocian con un impacto negativo en el estilo de vida de las personas; pero sobre todo, para la fertilidad, tanto para las mujeres como para los varones. A continuación, mencionamos algunos de los más perjudiciales que deberías reducir e incluso eliminar de la dieta:
Carnes procesadas: Las salchichas, el tocino y los embutidos, por poner algunos ejemplos de productos cárnicos procesados, afectan la salud reproductiva. Es decir, un consumo excesivo de carne procesada se ha relacionado con un mayor riesgo de infertilidad en mujeres y hombres, ya que contiene grasas saturadas y colesterol.
Grasas saturadas: Un consumo irresponsable de las grasas saturadas de alimentos como las carnes grasas, embutidos o aceites vegetales se relaciona con un empeoramiento de la calidad y la cantidad de espermatozoides en los hombres y una disminución de la ovulación en las mujeres.
Leches enteras y lácteos: La intolerancia a la lactosa puede interferir con la fertilidad al provocar síntomas como hinchazón, gases, diarrea y dolor abdominal. Además, los productos lácteos enteros pueden aumentar los niveles de inflamación en el cuerpo, lo que puede ser perjudicial para la fertilidad. Aunque los productos lácteos son una fuente importante de nutrientes para la fertilidad, se recomienda que las personas intolerantes a la lactosa o con alergias a los lácteos encuentren alternativas, como las leches vegetales.
Azúcares refinados: Los encontramos en alimentos procesados, postres y bebidas azucaradas. Estos tienen un índice glucémico alto, lo que significa que pueden aumentar rápidamente el nivel de azúcar en sangre, provocando un aumento en la producción de insulina en el cuerpo. Por ello, recomendamos cautela, ya que puede aumentar la producción de andrógenos y afectar la producción de hormonas reproductivas femeninas.
Cafeína: El consumo excesivo de cafeína, presente en bebidas como el café, el té y los refrescos, se ha asociado con una disminución de la fertilidad. Por lo tanto, se recomienda limitar el consumo diario de cafeína a menos de 200 mg, que equivalen a unas dos tazas de café.
Los siguientes nutrientes son necesarios para la fertilidad y se recomienda incluirlos en la dieta para mejorar la salud reproductiva. Te contamos cuáles son y a través de qué superalimentos puedes ingerirlos.
Ácido fólico: También conocida como vitamina B9, se ha demostrado que es esencial para la producción y el mantenimiento de células nuevas en el cuerpo. De este modo, es especialmente importante durante los períodos de rápida división celular, como la fecundación y el embarazo. Algunos ejemplos de alimentos ricos en ácido fólico son las espinacas, el brócoli, los espárragos, las lentejas y el aguacate.
Hierro: Ayuda a transportar el oxígeno a los órganos reproductivos y mejorar la calidad de los gametos (óvulos y espermatozoides). Se recomienda consumir alimentos que contengan una buena fuente de hierro, como carnes magras y fuentes vegetales. Por ejemplo, lentejas, frijoles y cereales no refinados, como la quinoa y la avena.
Vitamina D: En el caso de la mujer, la vitamina D mejora las condiciones de implantación embrionaria. Además, se relaciona con un aumento en los niveles de progesterona y de estrógenos. También se ha demostrado que la vitamina D puede mejorar la morfología, el número y la movilidad espermática en los hombres. Así que ya sabes, exponte al sol diariamente y consume alimentos ricos en esta vitamina, como el pescado graso, el hígado de ternera y la yema de huevo.
Omega-3: Los ácidos grasos omega-3 contribuyen a la regulación de las hormonas femeninas. De hecho, también es una grasa capaz de mejorar el flujo sanguíneo en el útero y de reducir la inflamación del sistema reproductor. Del mismo modo, el omega-3 contribuye a mejorar la calidad del esperma de los hombres. Recomendamos que en tu dieta incluyas alimentos como el pescado graso, las semillas de chía, las nueces y el aceite de oliva, todos ellos ricos en omega-3.
Femme Force: Suplemento alimenticio diseñado para mejorar la fertilidad en mujeres. Contiene una combinación de extractos de plantas, isoflavonas, precursores hormonales, minerales y vitaminas que tienen efectos positivos en la mejora de la calidad de los ovocitos, entre otros efectos positivos en la fertilidad femenina.
La nutrición es, entonces, un factor crucial para la fertilidad y es importante que tanto hombres como mujeres se centren en llevar una alimentación adecuada y saludable para cuidar y potenciar su salud reproductiva. Con los consejos y recomendaciones que proporcionamos en este artículo, esperamos ayudar a mejorar la fertilidad y aumentar las posibilidades de concebir con el fin de lograr un embarazo saludable. Además, recuerda planificar tus decisiones sobre nutrición y fertilidad bajo el asesoramiento de un profesional experto en nutrición y fertilidad, pues cada paciente necesita unas recomendaciones muy personalizadas según su situación alimenticia y peso específico.
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