Desde hace ya unos años, España se sitúa a la cabeza de Europa en tratamientos de reproducción asistida. Si hablamos a nivel mundial, somos el tercer país con más tratamientos de fertilidad realizados anualmente.
Los tratamientos de fertilidad son una solución cada vez más común en mujeres y parejas que no consiguen lograr el embarazo. Cada año se realizan unos 150.000 tratamientos de reproducción asistida en nuestro país. Los últimos registros del SEF (Sociedad Española de Fertilidad) indican que en 2015 se realizaron 166.712 tratamientos y nacieron 36.318 bebés.
En total, aproximadamente un 22% de los tratamientos realizados en ese año dieron resultado. Aun así, es muy importante destacar que no existen probabilidades de éxito exactas en ningún tratamiento de fertilidad. Cada mujer es completamente distinta a otra y hay factores muy relevantes que influyen en el porcentaje de éxito de cualquier tratamiento de fertilidad:
Dependiendo de la edad que tenga la mujer cuando se realiza una FIV o tratamiento de fertilidad, tendrá más o menos posibilidades de éxito. En definitiva, a más edad, más dificultades para lograr el embarazo. Del mismo modo, la edad del hombre también influye en la calidad de sus espermatozoides y en el éxito del tratamiento.
La calidad de los óvulos y del semen va muy ligada a la edad de la persona. Dependiendo de la calidad de los óvulos, una mujer puede tener más o menos probabilidades de lograr el embarazo. El semen del varón también tiene un papel relevante, pues la calidad de su semen, junto con la calidad de los óvulos, influyen en la formación de los embriones que se implantarán en el útero, influyendo también en el éxito de la FIV o tratamiento de fertilidad.
Si una mujer o pareja tiene algún problema de fertilidad diagnosticado, sus probabilidades de éxito de FIV o al realizarse cualquier tratamiento de fertilidad serán menores que las de otra mujer o pareja sin problemas de fertilidad, pues la técnica utilizada deberá superar más dificultades para lograr la fecundación.
Dependiendo de los 3 factores anteriores, el ginecólogo aconsejará un tratamiento de fertilidad u otro a la mujer o pareja que quiere quedar embarazada. Aun así, sí es cierto que los tratamientos de FIV (Fecundación in Vitro) son los que dan mayores probabilidades de éxito, en comparación con otros tratamientos como la Inseminación Artificial.
Cuando una mujer o pareja no consigue lograr un embarazo, lo más importante es consultar a un especialista. Un buen equipo de ginecología o reproducción asistida debe estudiar la situación actual de los pacientes, su historial clínico, la edad que tienen y sobretodo, si padecen de algún problema de fertilidad.
Una vez diagnosticadas las causas que podrían impedir a las pacientes su embarazo, se escoge el tratamiento de fertilidad más adecuado y las técnicas a utilizar. Éste factor también es muy importante para detectar cuál podría ser el porcentaje de éxito aproximado en cada paciente. (debemos tener en cuenta qué tipo de tratamiento se utiliza, si se utilizan óvulos y semen propios o de donantes, si se ha llevado a cabo un DGP anteriormente, etc.)
Como ya hemos mencionado anteriormente, el tratamiento que tiene más probabilidades de éxito es la FIV (Fecundación in Vitro) y sus variantes. Aún así, el porcentaje se va reduciendo con la edad de la mujer.
Las mujeres menores de 35 años mantienen un buen estado fértil. Si no se diagnostica ningún problema de fertilidad en esa edad, las probabilidades de dar a luz tras un ciclo de FIV se sitúan en un 25%. Si hablamos del porcentaje de éxito por tasa de embarazo acumulada (después de realizar 3 intentos) las probabilidades aumentan hasta un 80%.
En esa edad, la fertilidad empieza a reducirse. Del mismo modo, las probabilidades de dar a luz también se ven disminuidas, situándose en un 20% las probabilidades de éxito en un ciclo de FIV, y en un 65% después de tres intentos.
A los 40 años una mujer tiene menos posibilidades de dar a luz, teniendo en cuenta su fertilidad. Tras realizarse un ciclo de FIV, hay un máximo de un 10% de posibilidades de tener un bebé. Si hablamos de la tasa de embarazo acumulada (en 3 intentos) las posibilidades de dar a luz se sitúan en el 35%.
En definitiva, es muy difícil definir un porcentaje exacto de éxito de una FIV o de cualquier tratamiento de fertilidad. Lo más importante a tener en cuenta es la edad de la mujer. Por este mismo motivo, existen tratamientos de fertilidad y tratamientos de FIV muy diversos, con distintas técnicas para que cada mujer tenga el máximo de posibilidades de concebir, con un tratamiento que se adapte a su situación.
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