Las dificultades sexuales se pueden tratar y solucionar. En este tipo de cuestiones está especializada Irene Pérez (@CSexologica), quien lamenta que todavía se recurra a la terapia “como último recurso in extremis”. La sexóloga, psicóloga y terapeuta de pareja cuenta a las clínicas de reproducción asistida EasyFIV que no es necesario tener una patología grave ni un trastorno sexual para acudir a un profesional, pues entiende su trabajo como “un apoyo para conseguir los objetivos para las parejas”. A Pérez le gusta definirse como una “conseguidora de objetivos”. Las parejas establecen las metas y ella descubre cómo alcanzarlas. “Formamos un gran equipo”, explica.
Las dificultades sexuales se pueden tratar y solucionar. En este tipo de cuestiones está especializada Irene Pérez (@CSexologica), quien lamenta que todavía se recurra a la terapia “como último recurso in extremis”. La sexóloga, psicóloga y terapeuta de pareja cuenta a las clínicasde reproducción asistida EasyFIV que no es necesario tener una patología grave ni un trastorno sexual para acudir a un profesional, pues entiende su trabajo como “un apoyo para conseguir los objetivos para las parejas”. A Pérez le gusta definirse como una “conseguidora de objetivos”. Las parejas establecen las metas y ella descubre cómo alcanzarlas. “Formamos un gran equipo”, explica.
¿Cómo puede afectar una disfunción sexual a la pareja?
Las dificultades sexuales pueden ser un claro indicador que algo no está funcionando como debiera en la pareja, no solo a nivel de la misma, sino en muchos otros ámbitos personales de cada miembro como; el laboral, familiar, etc. La sexualidad está sostenida por un leve equilibrio que rápidamente se puede desmoronar por factores externos, lo importante es hacer caso a las señales y poner soluciones rápidamente. Nunca aplazar estas soluciones para más adelante.
¿Qué beneficios aportan las relaciones sexuales en cuestión de salud?
Bueno, nuestra sexualidad es un tema que por muchas razones interesa a la medicina y a la industria farmacéutica y por ello conocemos numerosos estudios que avalan los beneficios de la sexualidad en nuestra salud. La producción de hormonas como la oxitocina (llamada hormona del amor) o las endorfinas (que disminuyen considerablemente el dolor) o la dopamina en las relaciones sexuales, hacen de la sexualidad un benefactor para la salud física ya que previene el infarto, ayuda a perder peso, mejora la memoria pero sobretodo es un gran aliado de nuestra salud psicológica, con un claro beneficio sobre nuestro estado de ánimo.
¿Crees que todavía hay demasiados tabúes acerca de este tipo de problemas?
No es que lo crea, sino que diariamente el testimonio de mis pacientes lo dejan en clara evidencia. Una de mis habituales preguntas en la consulta es si han comentado sus dificultades actuales con su entorno o si han solicitado ayuda e información a personas que les rodean. Puedo decir que una clara mayoría oculta esta problemática sexual y rara vez piden una segunda opinión fuera de la consulta. Es probable que todos tengamos cierta culpa en ello, ya que la sexualidad nunca ha sido un tema tratado en escuelas o familia, siendo estos ámbitos los primeros responsables de nuestra educación sexual.
¿Consideras que habría que normalizar o relativizar más las situaciones?
Esta pregunta me la he realizado a mí misma muchas veces, llegando a la conclusión de que estos términos no tienen por qué ser opuestos. Es cierto que a menudo ocultamos nuestra vida sexual con demasiado recelo, entendemos que es privada y que a nadie le interesa como nos vaya en la cama. También extrapolándolo a nivel social, podemos constatar que puede ser mal visto que una persona haga públicas sus inquietudes sexuales o que se interese por la vida sexual de otras personas. Esto nos puede hacer pensar que normalizar la sexualidad humana como una conducta más que tenemos las personas puede ser beneficioso a la hora de encontrar soluciones tempranas a nuestros problemas sexuales acudiendo un profesional.
Quizás podamos llegar a normalizar la vivencia de las dificultades sexuales utilizando como medio el relativizado de estos temas que entendemos como íntimos y muchas veces como vergonzosos. La sensación de fracaso en el área sexual y la ansiedad que nos acarrea no poder solucionar estos problemas por nosotros mismos llega a ser excesiva, pudiendo desbordarnos. Opino que se puede experimentar cierto alivio si consideramos estas dificultades como mera transición que puede aparecer en nuestra vida sexual, restándoles cierta importancia que a veces le otorgamos cuando todos nuestros pensamientos llegan a girar en torno a lo mismo.
En general ¿a quiénes les cuesta más dar el paso de reconocer que necesitan esta clase de terapia: a los hombres o a las mujeres?
Difícil pregunta y solo puedo responder con los datos que tengo de mi consulta, será muy probable que otros profesionales no opinen lo mismo que yo. En el ambiente que se pueden mover los hombres, el comentar que están pasando por una dificultad sexual es, en la mayoría de veces, interpretado como un signo de poca masculinidad y esto les puede llevar a demandar antes la ayuda de un profesional, ya que no disponen de la opción de escuchar otra opinión y poner en practica soluciones que otras personas les han podido proponer.
Las mujeres, por el contrario, sí piden esta ayuda y es posible que por esta causa retrasen más la visita de un profesional para la solución de sus dificultades sexuales.
Hay parejas que la falta de deseo sexual. ¿Quiero decir esto que no están enamoradas?
Estos términos suelen confundir a muchas parejas, e interpretan el deseo sexual como una señal de enamoramiento. Esto sucede porque en los primeros años de relación nuestra dependencia psicológica hacia nuestra pareja está excesivamente marcada por nuestro deseo sexual, condicionado por las llamadas “hormonas del amor” (oxitocina, serotonina, vasopresina, etc.) Pero inevitablemente esta respuesta fisiológica desciende en intensidad e interpretamos esta bajada de deseo como un desenamoramiento. El deseo tiene componentes biológicos, pero estos influyen, no determinan. El componente psicológico del deseo es el que verdaderamente interviene, pasados estos primero años, en su nivel e intensidad.
Debemos ser conscientes de que el deseo es algo que debemos provocar y trabajar para mantenerlo, sino podremos acabar eliminando las relaciones sexuales de nuestra vida en pareja casi sin darnos cuenta.
Así que como conclusión diré que no tienen una relación directa el bajo deseo sexual con la pérdida del amor, podemos desear a alguien del que no estamos enamorados, aunque la influencia de la atracción sexual y deseo sobre el enamoramiento es algo innegable.
La eyaculación precoz preocupa a muchos hombres, especialmente a quienes ser padres. ¿Qué le recomendarías a estas personas?
Diría que la eyaculación precoz preocupa a todos los hombres que puedan interpretar que eyaculan pronto. Si además tienen la meta de ser padres en poco tiempo, diría que sumamos una presión añadida. Aunque parezca una meta que nos pueda motivar a la solución, a la vez se convertirá posiblemente en un obstáculo para la superación del problema. Muchas veces sus parejas son una fuente de ansiedad, ya que se sienten presionados a la hora de mantener relaciones sexuales programadas y con un alto nivel de exigencia en la ejecución (que tengan una erección y que eyaculen dentro de la vagina), y desde luego esto no ayuda. Mi recomendación sería que acudieran a un profesional de la sexología, que le asesore sobre el tratamiento. La mayoría de veces la terapia sexual suele ser breve y muy efectiva en estos casos.
Cuando llega un bebé a casa hay veces que es difícil encontrar momentos de intimidad. ¿Hasta qué punto es importante y necesario tener dichos momentos?
Las parejas que acuden a mi consulta, tanto por el trabajo y con más motivo con el reciente nacimiento de un hijo, se excusan de no tener relaciones sexuales en la falta de tiempo. Seguramente tengan toda la razón y verdaderamente se sienten desbordados, ocupando todo el tiempo en ser padres, pero ante esto yo no puedo hacer nada. Les explico que si no pueden sacar minutos al día para tener intimidad no tiene sentido que acudan a un terapeuta sexual, sin tiempo no hay sexo.
Exprimir nuestra agenda hasta sacar a relucir los huecos que tenemos en común con nuestra pareja para disfrutar de ella será básico para nuestra satisfacción. Sin ninguna duda acabarán siendo mejores padres si sienten que son una mejor pareja.
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